Primero y ante de comenzar, lee esto: Todos somos responsables de cuidar nuestro planeta.
Muchas personas tienes excusas perfectas para tirar un envase de plástico a la basura, o para justificar lo injustificable. Que si los responsables son los que lo fabrican, que si pago impuestos sobre el plástico, que si esto o que si lo otro, pero lamentablemente, pocas personas, se agachan para coger una bolsa de plástico, que esta a merced del viento en el campo o en la orilla del mar....esto lo he visto.
Las nuevas tecnologías, el consumo desmesurado, los nuevos hábitos de vida, la industrialización de la sociedad, han terminado por definir un mundo totalmente artificial, apartado de la Naturaleza e irrespetuoso con todas las formas de vida del planeta, incluida la nuestra.
No sólo estamos arrasando los pocos espacios naturales que aún existen, exterminando especies vegetales y animales y contaminando irreparablemente el aire, los ríos y los océanos, sino que además estamos minando nuestra salud, intoxicándonos con multitud de sustancias químicas tóxicas que causan en nosotros y en nuestros descendientes todo tipo de enfermedades y mutaciones.
Aditivos, sustancias corrosivas, plásticos, cosméticos saturados de química, medicamentos de peligrosos efectos secundarios, plaguicidas. Toda nuestra vida es artificial, como lo son todas estas sustancias. Toda nuestra existencia se ha visto alterada por la intrusión humana en el correr natural de la vida. Sus efectos a largo plazo sobre el planeta y nuestra salud constituyen una auténtica bomba de relojería, cuyos primeros efectos ya estamos empezando a sufrir: lluvias ácidas, desertización, ríos de aguas viscosas a cuyos márgenes se apilan miles de peces muertos, intoxicados; aire que ennegrece nuestros pulmones, enfermedades relacionadas con los malos hábitos de vida y alimentación, como el cáncer, el sida, el Alzheimer, la esterilidad, etcétera.
El progreso no tiene por qué significar el hundimiento de nuestra calidad de vida. Se supone que debemos utilizar la tecnología para nuestro propio beneficio y no para cavar nuestra propia tumba.
Podemos sacar un gran provecho a los avances industriales y tecnológicos, sin por ello transgredir el orden natural de las cosas. Una actitud responsable con nosotros mismos y con el medio ambiente (al que pertenecemos y que ha permitido que se den todos los elementos para que en nuestro planeta haya vida), empezando por los actos cotidianos que realizamos cada día, podría devolver la salud a nuestro planeta y garantizar así nuestra supervivencia y la del resto de los seres vivos que también lo habitan.
Pero no podemos esperar a que los países, con sus pesados aparatos burocráticos aprueben legislaciones y normas que prohíban la mayoría de los atentados que actualmente se cometen contra el entorno natural. Para entonces ya sería demasiado tarde. La aportación que cada uno de nosotros realicemos a la conservación del medio ambiente, en nuestras tareas habituales, puede potenciar un cambio social muy importante y promover un estilo de vida mucho más responsable, en armonía con la Naturaleza que nos rodea.
En esta guía, que hemos elaborado pensando en ti, podrás encontrar muchas respuestas y claves para que tu forma de vida y actividades no contribuyan a degradar aún más la ya denostada salud del planeta. Desde qué pinturas son las menos contaminantes y menos dañinas para ti y los tuyos, hasta qué tejidos deben formar parte de tu armario, pasando por cuáles son los aditivos que deberías rechazar y cuáles son las marcas que manchan sus productos con la sangre de inocentes animales, víctimas de experimentos inútiles y cruentos.
Pretendemos informarte para que seas tú el que decidas, cuando vayas a un supermercado, cuáles son los productos que consideres más convenientes para tu familia. No sólo por sus precios, sino sobre todo, por los efectos secundarios que sus componentes químicos, muchos de ellos tóxicos, pueden producir en tu organismo y en el entorno natural. Sólo si estás informado podrás tener criterio para discernir qué es lo que más te conviene.
Éste es el objetivo primordial de esta guía: desintoxicarte de tanta desinformación, de tanta publicidad engañosa y de tantas ideas falsas.
También queremos que tomes conciencia de lo primordial que resulta que racionalicemos nuestras compras y la importancia que tiene el reciclado.
Derrochar por derrochar no ayuda a nadie, ni a nuestro bolsillo ni al planeta.
Cada vez que usamos un folio estamos tirando a la papelera un trozo de árbol, un trozo de selva. Su reciclado es imprescindible para que el pulmón terrestre, es decir, los espacios verdes, sigan existiendo.
Pero los límites del reciclado no se reducen al papel. Casi todo lo que tiramos a la basura es reciclable. La separación de las basuras, según su origen (orgánicos, vidrio y papel), es muy importante para su posterior recuperación y reciclaje. Con ello contribuiremos a limpiar nuestra atmósfera, ya que evitaremos que nuestras basuras acaben incineradas en un basurero, contaminando el aire y sin la oportunidad de poder ser recuperadas en plantas de reciclaje difundidas por los grandes intereses comerciales, que sólo pretenden incrementar sus beneficios, sin importarles la degradación del planeta, ni las enfermedades que tú puedas sufrir a causa de su actitud irresponsable.
En nuestra “Guía del Consumidor Responsable” encontrarás todos los puntos necesarios para llevar una vida más responsable contigo mismo y con lo que te rodea. Al fin y al cabo, si el hombre es tan torpe que es capaz de degradar su entorno, hasta el punto de convertirlo en un lugar inhóspito, sin vida y saturado de gases letales que hagan irrespirable el aire y que incluso acaben con la especie humana, la Tierra está por encima de todas nuestras irresponsabilidades. Nosotros podemos convertir el planeta en un infierno que nos aboque a la extinción, pero la Tierra, aunque tengan que pasar 1.000 años, volverá a regenerarse, volverá a producir oxígeno y vida, y volverá a ser aquel planeta azul que una vez habitó una rara especie que se creyó inteligente pero que fue la más torpe de todas, porque se autodestruyó a sí misma, cegada por el egoísmo y la ambición, aunque nosotros ya no estaremos allí para verlo.
Tú puedes evitar que esto pase.
Tú decides.
El futuro está en tus manos.