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¿Qué es el Consumo Responsable?



 
Es mas necesario que nunca, que el ciudadano honrado, conozca las nefastas consecuencias de consumir ciertos productos. Muchos de ellos, además de dañar el planeta Tierra, también son muy perjudiciales para tu salud y la del resto de los seres vivos.

Consumir responsablemente, significa no dañar nuestro ecosistema y preservar nuestra salud, a través de pequeños cambios en nuestros hábitos cotidianos.

Como inicio de esta información, sobre Consumo Responsable te proporcionamos las pistas que necesitas para hacer más placentera tu forma de vida y, al mismo tiempo, proteger nuestro Planeta Tierra. Se trata, pues, de demostrar que la salud, el bienestar, la comodidad, la elegancia, la limpieza y la belleza, no están reñidas con el respeto a nuestro entorno natural.

A través del consumo responsable pones tu granito de arena para frenar el cada vez más descomunal agujero en la capa de ozono, detener la deforestación, paliar la desertificación y evitar el exterminio
de animales, a la vez que mejoras tu salud y calidad de vida.
 
Si es de tú interés, adelante...

1. DERECHOS DEL CONSUMIDOR


1.- Necesidades básicas

Derecho a los bienes y servicios esenciales que garanticen una vida digna: alimentación, vestido, vivienda, educación y sanidad.

2.-Seguridad

Derecho a estar protegido contra la comercialización de bienes o la prestación de servicios que presenten peligros para la salud y la vida.

3.- Información

Derecho a estar protegido contra la publicidad o el etiquetado deshonestos o engañosos. Y derecho a obtener los datos y la información necesarios para escoger con conocimiento de causa.

4.- Elección

Derecho a elegir productos y servicios a precios competitivos con la seguridad de obtener una calidad satisfactoria.

5.- Representación

Derecho a expresar los intereses del consumidor a través de la elaboración y la aplicación de políticas.

6.- Reparación

Derecho a ser indemnizados en casos de información falsa, de productos de mala calidad o de servicios insatisfactorios.

7.- Educación del consumidor

Derecho a adquirir el conocimiento y la experiencia necesarios para poder ser un consumidor informado.

8.- Medio ambiente saludable

Derecho a vivir y a trabajar en un medio que no sea amenazador ni peligroso y que permita desarrollar una vida con dignidad y bienestar.


A través de los alimentos obtenemos los nutrientes necesarios para vivir: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Cada una de estas sustancias nutritivas cumple su particular función en el organismo.

La clave de una buena alimentación reside en el equilibrio. Sin embargo, en nuestra sociedad se ha producido una descompensación en la alimentación y se le ha dado más importancia a las proteínas que al resto de los nutrientes, con nefastas consecuencias. Pero lo peor de todo es que mucha gente ha dejado de consumir productos crudos, sustituyéndolos por alimentos cocinados, refinados y procesados. He aquí el origen de las grandes enfermedades de la vida moderna: caries, obesidad, estreñimiento, varices, diabetes, infartos, arterioesclerosis o cáncer.

Recuerda que 60 de cada 100 muertes pueden deberse a una mala información nutricional.

A continuación expondremos información de interés, sobre:


2.- NUTRICIÓN.


2-1.- Principios inmediatos: nutrientes básicos.

2-2.- Los carbohidratos.

2-3.- Las proteínas.

2-4.- Las grasas.

2-5.- La fibra.

2-6.- Las vitaminas.

2-7.- Los minerales.

2-8.- El agua.

 

Principios inmediatos: nutrientes básicos.

Los alimentos contienen distintos tipos de nutrientes que nuestro organismo utiliza para cubrir sus necesidades. Se trata de elementos imprescindibles para mantener un correcto equilibrio orgánico y para desarrollar adecuadamente todas las funciones fisiológicas. Podemos agrupar los nutrientes en dos grandes grupos:

1. - Sustancias principales:


• Azúcares (glúcidos o hidratos de carbono)

• Grasas (lípidos)

• Proteínas

2. - Sustancias necesarias en pequeñas


Cantidades de:

• Vitaminas

• Minerales

• Oligoelementos

• Enzimas

De ellos obtenemos la energía necesaria para andar, escribir, jugar o trabajar; en definitiva, para desarrollar cualquier actividad. Regulan, además, los distintos procesos metabólicos que tienen lugar en nuestro organismo.

Una dieta equilibrada ayuda a mantener el organismo en perfectas condiciones físicas.


La cantidad de calorías necesarias depende del nivel de actividad de cada persona. Quienes realizan una actividad física regular precisan un mayor aporte calórico.

El desgaste de energía producido por el ejercicio debe compensarse adoptando una dieta adecuada.

LOS CARBOHIDRATOS


La patata es un alimento rico en almidón, polisacárido complejo formado por unidades de glucosa.

Los carbohidratos, conocidos también por el nombre de glúcidos o hidratos de carbono, son nuestra fuente de energía. Nos aportan energía que, entre otras cosas, necesitamos para pensar y mantener la temperatura corporal. ¡Ojo! Esto no significa que si consumimos más hidratos de carbono, pensaremos mejor o de forma más fluida. El exceso de carbohidratos se transforma en grasa.

Los carbohidratos de nuestra dieta forman un grupo de sustancias que incluye los azúcares simples (fructosa, galactosa y glucosa), los disacáridos (lactosa, maltosa y sacarosa) y los polisacáridos (celulosa, glucógeno y almidón).

Las frutas son una importante fuente de carbohidratos. Nuestras células asimilan la glucosa que contienen estos alimentos y aportan al organismo las calorías necesarias para desarrollar sus actividades y obtener calor vital. La insulina es la “llave” que facilita la entrada de glucosa en la sangre.
 
Cuando esta llave no funciona, el azúcar o la glucosa se acumula en la sangre, dando lugar a los síntomas del trastorno conocido como diabetes.

Igualmente importante es el almidón, una sustancia que sólo está presente en los vegetales (arroz, patata, maíz, trigo) y que nuestro organismo transforma en glucógeno, que es la forma en la que almacenamos los carbohidratos en el hígado y la musculatura. Cuando necesitamos energía, el glucógeno se transforma en glucosa, que nuestro organismo quema como si se tratase de combustible.


La fructosa, monosacárido contenido en las frutas, es de fácil asimilación y aporta al organismo la energía necesaria para su funcionamiento.

¿SABIAS QUE...?


Debido a nuestra disposición biológica, el organismo humano sólo puede asimilar los azúcares simples: glucosa, fructosa y galactosa. Recuerda que el organismo debe transformar los disacáridos y polisacáridos en azúcares simples para su asimilación, lo que supone un importante gasto energético.

LAS MEJORES FUENTES DE CARBOHIDRATOS SON:

• Las frutas.

• Los almidones.

• Los frutos secos.


NO DEBEMOS OLVIDAR QUE,


La función de los carbohidratos es producir energía; energía para movernos, pensar mantener la temperatura corporal y demás funciones esenciales. Pero tampoco debemos olvidar que el organismo transforma en grasa el exceso de carbohidratos.

Los frutos secos tienen entre un 16Npor ciento y un 20 por ciento de hidratos de carbono.

LAS PROTEÍNAS (I)


El organismo humano necesita proteínas, pero no precisamente las procedetites de productos animales.

Los prótidos o proteínas son compuestos de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno. Gracias al nitrógeno que contienen, las proteínas son materiales de construcción, de reparación y de mantenimiento de las células y tejidos de la materia viva. Son como los ladrillos que forman las paredes, techos y suelos de una casa. Estos "‘ladrillos” (las proteínas) forman los músculos, los cartílagos, la piel, el cabello y las uñas. También tienen una función energética. Si la cantidad de proteínas ingeridas sobrepasa la requerida por el organismo, el excedente se oxida y libera energía o bien se transforma en grasas, si el aporte energético total es excesivo.

Sin embargo, debemos tener cuidado, porque todos los excesos se pagan. Una dieta excesivamente proteica dañará los órganos encargados de eliminar esta sobrecarga (los riñones y el hígado), así como el sistema glandular de proteínas en los adultos es de 25 a 30 gramos, cantidad que podemos obtener consumiendo frutas variadas, verduras, frutos secos y semillas.

El elemento básico de la proteína, es el animoácido.
 
Los ocho aminoácidos esenciales son:

Fenilalanina
Isoleucina
Leucina
Lisina
Metionina
Treonina
Triptófano
Valina

Es indispensable ingerirlos porque el organismo no los produce.

Los aminoácidos no esenciales son:

  • Acido aspárticoAcido glutámico
  • Alanina
  • Ácido oxiglutámico
  • Arginina
  • CistinaAcido glicólico
  • Histidina
  • Prolina
  • Oxiprolina
  • Serina
  • Tirosina
  • Asparagina
  • Glutamina

También son indispensables,aunque el organismo puede producirlos.

Existen dos fuentes principales para la obtención de proteínas: los productos animales y los productos vegetales.

1.- PROTEÍNAS ANIMALES

Las proteínas animales que consumimos proceden, sobre todo, de las masas musculares. Pero atención, además de proteínas, la carne contiene otros productos que no son buenos para nosotros, como el ácido úrico (un exceso de grasas saturadas), las aminas heterocíclicas (procedentes de la carne cocida y cancerígenas); y los hidrocarburos aromáticos que despide la carne a la brasa (cancerígenos). Según la procedencia del animal, la carne puede contener, además, hormonas y otros compuestos químicos no compatibles con nuestra fisiología.

Los humanos carecemos de la enzima uricasa que poseen los animales carnívoros, necesaria para metabolizar el ácido úrico de la carne. Esta enzima transforma el ácido úrico en alantoína, sustancia que eliminan a través de la orina. Cuando consumimos carne, no eliminamos su contenido de ácido úrico, sino que lo absorbemos. Para neutralizar este residuo ácido, el organismo recurre a sus reservas alcalinas, perdiendo así gran cantidad de calcio y otros minerales. El exceso de ácido úrico provoca enfermedades como la artritis, la bursitis, dolores de espalda, gota, edemas, reumatismo, etcétera.

LOS ANIMALES CARNÍVOROS NO PADECEN NI GOTA NI UREA.

El cuerpo humano sólo puede asimilar 8 gramos de ácido úrico al día.
Una pieza de carne contiene aproximadamente 16gramos.

LAS PROTEÍNAS (y II)

2.- PROTEÍNAS VEGETALES


Sin lugar a dudas, las proteínas vegetales son las más favorables para nuestro organismo. No contienen ningún tipo de grasas saturadas, por lo que no entrañan ningún peligro para nuestra salud.
 
Además, el porcentaje proteico de las frutas es similar al de la leche materna (ver pág. 90 a 97).
 
Así, por ejemplo, las uvas poseen un 0,7 por ciento de proteínas, las manzanas, un 1,2 por ciento y los dátiles, un 2 por ciento. En el cuadro establecemos una relación entre la cantidad de proteína existente en la leche materna y la presente en diversas frutas.

PROTEÍNAS VEGETALES
 
 
  • Gluten.
  • Globulina (trigo y cereales) (frutos secos).
  • Muco-proteínas.
  • Albumen (semillas) (frutas y verduras).
  • Gliadina.
  • Legúmina (cereales) (judías y guisantes).

Algunas legumbres contienen todos los aminoácidos esenciales, por lo que sus proteínas son de excelente calidad.

En relación al número de días que requiere un recién nacido para doblar su peso, el ritmo de crecimiento está ligado al nivel proteico de la leche materna. Así, por ejemplo, mientras un niño necesita 180 días para doblar su peso, la oveja sólo necesita ocho días con una leche cuyo porcentaje medio de proteínas alcanza el 5,3 por ciento. Si tenemos en cuenta que es durante este periodo cuando el ser humano necesita más proteínas para su crecimiento, podemos afirmar que el porcentaje de la leche materna (1,2 por ciento) satisface claramente nuestras necesidades proteicas.

LOS PRODUCTOS VEGETALES MÁS APROPIADOS PARA SUMINISTRARNOS PROTEÍNAS SON:
 
  • Hortalizas.
  • Frutos secos. y verduras.
  • Cereales.
  • Frutas. y legumbres.
  •  

 LAS GRASAS


Las grasas son cadenas como las de los carbohidratos y las proteínas, pero más pequeñas, compuestas por tres ácidos grasos y una molécula de glicerina.

Las grasas se encuentran en casi todos los productos alimenticios y, por sí solas, constituyen una poderosa fuente de energía altamente concentrada. El organismo utiliza las grasas, entre otras cosas, como almacén de energía, como aislante térmico y como parte de la membrana celular.

Pueden ser de dos tipos: SATURADAS e INSATURADAS (ácidos grasos saturados e insaturados).

Ambas tienen una composición química muy parecida, pero con efectos muy dispares en el organismo. 

Cuanto más largas y saturadas sean las moléculas de los ácidos grasos contenidos en una grasa, más
sólida e indigesta será ésta. Y cuanto más cortas e insaturadas, más fluida será la grasa.

GRASAS SATURADAS

Contienen solamente enlaces carbono-carbono simples, que se denominan “saturados”. Las encontramos en mayor cantidad y concentración en casi todos los productos animales. Por su solidez, el consumo de grasas saturadas contribuye a producir colesterol, lo que aumenta el riesgo de padecer patologías cardiovasculares.

La Sal, especias, grasas y aditivos, todo ello envasado en intestinos de animales, da lugar a un cóctel, poco recomendable, llamado embutido.

GRASAS INSATURADAS

Contienen uno o más enlaces dobles carbono-carbono. Cuando un ácido graso presenta un único enlace se le denomina “monoinsaturado”. Si contiene más de uno se le llama “poliinsaturado”. Son las más recomendables para la salud. Se encuentran principalmente en los aceites vegetales, sobre todo en el de oliva.

EN UNA DIETA EQUILIBRADA

Menos del 30 % de las calorías que consumamos debe proceder de las grasas.

De este 30 %:

  • menos del 10 %, de grasas saturadas
  • menos del 6 %, de poliinsaturadas
  • un 80 % aprox., de monoinsaturadas.


Curiosamente, ésta es la composición calórica del aceite de oliva virgen.

 Continuaremos con el tema: La Fibra.

 

 

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